El contenido es el rey. Lo dice el todopoderoso Google y cualquier profesional que se preocupe del posicionamiento orgánico de su compañía. Los usuarios están saturados de información, con millones de piezas de contenido generadas día a día.
Hoy en día, para que nuestro público objetivo nos dedique un segundo de su atención, es necesario que le ofrezcamos contenido realmente valioso y personalizado, de forma transparente y directa.
En este punto, entra en escena el marketing de contenidos, o lo que es lo mismo, el arte de crear, publicar, distribuir y promocionar contenido relevante y valioso, con finalidad de atraer a un público objetivo e impulsarle a ser un futuro cliente. Esta nueva práctica se sale de lo tradicional, donde las marcas buscaban a los usuarios a través de canales como la radio, la televisión o la prensa.
El marketing de contenidos es uno de los pilares fundamentales en toda estrategia digital. Y, como toda estrategia, tiene unos objetivos claros:
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Mejorar el posicionamiento de la marca. Uno de los principales objetivos del marketing de contenidos es la mejora de la reputación de la marca. Ofrecer contenido personalizado supondrá un factor diferencial respecto a la competencia, generando credibilidad y estableciendo la marca como referente en el sector. Es importante analizar el KPI del engagement para determinar el éxito o fracaso de la estrategia de marketing.
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Mejorar el posicionamiento en buscadores. Al crear contenido original, creativo y libre de plagio se conseguirá ganar posiciones en el ranking de Google, creando tráfico cualificado a una web. El contenido debe estar en continua actualización para ofrecer un servicio completo y alcanzar una influencia y relevancia en el espectro digital.
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Generar una relación directa con los usuarios. “El marketing tradicional habla a las personas, el marketing de contenidos con ellas”. Esta frase del co-fundador y director creativo de la agencia Velocity Partners, Doug Kessler, resume lo que hay que hacer para triunfar en el mundo digital: generar contenido relevante para abrir espacios de conversación y recibir feedback de los usuarios.
Pese a este planteamiento, el marketing de contenidos es el eterno olvidado por muchos directivos, que no le dan la importancia que se merece; ya sea debido a que no tienen los conocimientos para implementarlo o a que desconocen sus beneficios y resultados. Ante el nuevo paradigma en el que nos encontramos, el marketing de contenidos es la forma más económica y eficaz de atraer clientes de calidad y de fidelizar a los actuales.
El marketing de contenidos es el rey, porque transmite autenticidad e identidad que los usuarios esperan percibir como algo natural. Antes de pensar en el contenido, tenemos que pensar en qué queremos transmitir y qué conversaciones queremos crear, y allí es donde el usuario manda, donde establece las reglas del juego. Entonces, ¿es el contenido el rey o lo son los usuarios?