El storytelling es el arte de contar historias para transmitir un mensaje de manera impactante y memorable. Las historias son parte de nuestra naturaleza como seres humanos: nos inspiran, nos conmueven y nos ayudan a empatizar.
Por eso, muchas empresas lo han adoptado como una estrategia esencial para crear vínculos más profundos con su público. Por ejemplo, gracias a contar historias bien construidas, Coca-Cola, más que vender refrescos, vende felicidad.
Te contamos seis ejemplos de storytelling que marcaron la diferencia.
El storytelling se puede usar tanto para acompañar la estrategia de comunicación de la marca y forjar su identidad, como también para campañas publicitarias puntuales.
En 2001, Coca-Cola afirmó que vendía el doble de latas que su principal competidora. Como respuesta, Pepsi llevó a cabo un anuncio titulado “vending machine”. En él, aparece un niño que llega a una máquina expendedora y compra no una, sino dos latas de Coca-Cola. Pero luego, procede a ponerlas en el suelo para usarlas como escalones y conseguir pulsar el botón de Pepsi, puesto que por su baja estatura no podía hacerlo sin ayuda.
Sin necesidad de incluir ningún mensaje escrito ni voz en off, el spot logra transmitir perfectamente su mensaje a través de una narrativa sencilla pero muy efectiva, respondiendo a la competencia de forma inteligente y humorística.
Loterías y Apuestas del Estado nos tiene acostumbrados a grandes spots publicitarios para promocionar la Lotería de Navidad.
En el anuncio de 2014 vivimos la historia de Manuel, un hombre que está triste porque ha tocado la lotería en su bar de confianza, pero justamente el año en el que él no ha comprado ningún décimo.
Finalmente, decide bajar al bar para darle la enhorabuena al dueño, Antonio, mientras los otros clientes celebran el premio. Manuel pide un café y, ante su sorpresa, Antonio le pide 21 euros. “1 euro del café y 20 de esto”, aclara, mientras le entrega un sobre con un décimo que le tenía reservado. El vídeo finaliza con el eslogan “el mayor premio es compartirlo”.
El contraste con el caso de Pepsi nos enseña que un buen storytelling no depende de que sea más o menos complejo, sino de que sepa transmitir adecuadamente el mensaje y conectar con el público.
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Desde sus inicios, Nike ha entendido que las historias auténticas inspiran y ayudan a construir una identidad de marca sólida y memorable.
Un claro ejemplo de ello es su anuncio de 1999, lanzado para rendir homenaje a la carrera de Michael Jordan. En este anuncio, Nike no utilizó una narrativa enfocada en vender productos, ni mencionó sus zapatillas o ropa deportiva. Solo mostró imágenes que narraban la vida y logros de Jordan, finalizando con una fotografía de su escuela y el eslogan «Just Do It», junto a su característico logo.
La simplicidad del spot, unido a la poderosa historia de superación de Michael Jordan, fue revolucionaria para la época. Mientras otras marcas apostaban por mensajes de venta directos, Nike demostró que contar una historia auténtica podía ser mucho más efectivo a largo plazo, conectando con su audiencia a un nivel más profundo.
Red Bull es una marca que ha llevado el storytelling a otro nivel, integrándolo de forma natural en su identidad. Su célebre eslogan "Red Bull te da alas" no es solo una frase publicitaria; es un reflejo de cómo la marca ha apostado por el espíritu de aventura, los límites extremos y la superación personal.
Un claro ejemplo de ello es la histórica hazaña de Felix Baumgartner. En 2012, Red Bull patrocinó la misión de este paracaidista austríaco, con tal de realizar un salto estratosférico desde 39 km de altura.
Tras un ascenso en globo hasta la estratosfera, Felix se lanzó al vacío en caída libre, alcanzando velocidades supersónicas y rompiendo la barrera del sonido. Era un desafío humano sin precedentes.
Red Bull fue el principal impulsor de esta misión. Sin embargo, durante la transmisión en vivo, que atrajo a millones de espectadores en todo el mundo, no hubo menciones directas a sus productos.
Aun así, la narrativa estaba completamente alineada con el mensaje de la marca: Red Bull no solo ofrece una bebida energética, ofrece la capacidad de “volar” más allá de los límites conocidos.
Apple ha demostrado a lo largo de los años que el storytelling puede ayudar a forjar una identidad y conectar con los valores de su audiencia.
Un ejemplo icónico es la campaña "Think Different", lanzada en 1997. Apple no estaba en su mejor momento financiero, pero encontró en esta narrativa un vehículo para reposicionarse como una marca disruptiva, creativa y visionaria.
La campaña consistió en un homenaje a figuras históricas que cambiaron el mundo, como Albert Einstein, Mahatma Gandhi, Amelia Earhart y Martin Luther King Jr. A través de imágenes en blanco y negro y una emotiva narración, el anuncio celebraba a "los locos, los inadaptados, los rebeldes" que ven las cosas de manera diferente y desafían el status quo.
El mensaje no se enfocaba en productos, sino en la mentalidad de quienes usan Apple: innovadores, creativos y personas que se atreven a soñar en grande.
GoPro es el mayor ejemplo de storytelling a partir del contenido generado por el usuario (UGC). Ha sabido construir su narrativa de marca de una manera única: con las historias que sus propios usuarios capturan con sus cámaras.
La marca lo hace a través de sus redes sociales, donde comparte contenidos subidos por su público. Ya sea un video extremo grabado durante una carrera de surf, una selfie en la cima de una montaña, o una grabación en primera persona de un viaje en bicicleta, GoPro convierte a cada usuario en el protagonista de su propio storytelling.
Con cada publicación, la marca consigue vender la emoción, la adrenalina y las experiencias únicas que asociamos a sus cámaras. Además, este enfoque invita a cualquier persona a documentar sus momentos especiales y compartirlos con el mundo.
Este caso es un gran ejemplo de que una buena narrativa de marca no tiene por qué ser un único relato con una estructura muy marcada. GoPro apuesta por mostrar las historias, más que contarlas. Presenta casos a través de una simple imagen o vídeo para que sus seguidores se imaginen el resto. De esta forma, a su storytelling le acaba dando sentido el conjunto, la suma de experiencias compartidas.
Estos seis casos demuestran que no importa si el storytelling se desarrolla en un anuncio breve, en una misión épica o en la suma de experiencias de una comunidad de usuarios. Su éxito radica en la capacidad de transmitir valores, despertar emociones y crear un vínculo duradero con la audiencia.
Cada ejemplo demuestra que no existe una única fórmula para contar historias efectivas; lo importante es encontrar el enfoque adecuado para reflejar la esencia de la marca y el mensaje a transmitir. Y en eso, el storytelling siempre tiene algo que ofrecer.
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