La comunicación y el marketing digital son elementos cada vez más clave para que las empresas logísticas conecten con sus públicos y puedan diferenciarse de la competencia, pero estos no deberían ser los únicos motivos para comunicar.

Así es, no solo se trata de vender sus productos y servicios, también de mejorar su transparencia y hacer pedagogía en relación con sus externalidades en términos de sostenibilidad e impacto social.

En este artículo, pretendo dar algunos ejemplos que sirvan para ilustrar la gran necesidad de optimizar la comunicación, no solo con los clientes, sino con todos los ciudadanos.

La sostenibilidad, un elemento estrechamente ligado a la actividad del sector

El sector del transporte de mercancías, que incluye los modos aéreo, marítimo, ferroviario y carretera, así como la actividad en almacenes, es el responsable del 10 % de las emisiones globales de CO₂, tal como señala la Agencia Internacional de Energía.

Hay que decir que en España esta cifra es aún mayor debido al gran peso que tiene el transporte por carretera. Por todo ello, la sostenibilidad está ganando cada vez más importancia en el ámbito de la logística y el transporte desde un triple frente:

- Gubernamental: la sostenibilidad está marcando la agenda de gobiernos y administraciones nacionales e internacionales que están implementando políticas y normativas cada vez más estrictas para la descarbonización del transporte. Iniciativas como la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y el Acuerdo de París fijados en el plano global o el Pacto Verde Europeo, entre otros, conforman la hoja de ruta para alcanzar estos objetivos.

- Clientes y ciudadanía: los consumidores y las empresas cargadoras, que al final son los clientes de las empresas logísticas, ya sea de forma directa o indirecta, están cada vez más preocupados por el impacto ambiental de sus actividades. Según una encuesta global de la consultora Nielsen, el 73 % de los consumidores afirma que estaría dispuesto a cambiar sus hábitos de consumo para reducir su impacto en el medioambiente.

- Necesidad de una mayor eficiencia por parte de las propias empresas logísticas, con iniciativas como la reducción de costes a largo plazo, derivada de la mejora de la eficiencia energética en los vehículos, o la innovación tecnológica, a través de la implementación de sistemas de gestión de flotas y rutas optimizadas, que puede reducir la cantidad de kilómetros recorridos, logrando en muchas ocasiones ofrecer un mejor servicio a los clientes y minimizar las emisiones.

Todo esto, ha conllevado una serie de medidas que están revolucionando el mundo de la logística y el transporte de mercancías en todos los ámbitos:

- Transporte por carretera: concentra el mayor porcentaje de emisiones del sector y, por tanto, es donde encontramos un mayor número de acciones dirigidas a paliar sus efectos. La mayoría de ellas se basa en la adopción de mejoras tecnológicas para lograr una flota más eficiente e impulsada por combustibles alternativos al gasóleo. Pero existen otras medidas, como aquellas relacionadas con la mejora en componentes específicos de los vehículos y en su mantenimiento, el uso cada vez más extendido de software para la planificación de rutas o la formación de los propios transportistas para mejorar el rendimiento del combustible.

- Transporte marítimo: la industria marítima trabaja para cumplir con los objetivos fijados por la OMI para reducir al menos un 50 % las emisiones de gases de efecto invernadero en 2050 frente a 2008 y eliminar por completo las emisiones de GEI. Para ello, está explorando urgentemente nuevas formas de mejorar su desempeño ambiental: sistemas de propulsión alternativos, desarrollo de combustibles sostenibles, mejora en el diseño de los barcos o reducción de la velocidad de navegación son algunas de las acciones que se están llevando a cabo.

- Transporte aéreo: las medidas están centradas principalmente en el uso de combustibles sostenibles o la utilización de aviones eléctricos y de hidrógeno, pero también en la gestión del tráfico aéreo, la navegación aérea y la infraestructura aeroportuaria para reducir la congestión y las emisiones.

- Transporte por ferrocarril: es el modo de transporte más sostenible por lo que su contribución es decisiva para descarbonizar el transporte. Sin embargo, el uso del tren de mercancías continúa siendo residual, con una cuota modal de apenas el 4 % en España. Por ello existen iniciativas para promoverlo, como Mercancias 30, cuyo objetivo es aumentar la proporción del transporte de mercancías por ferrocarril al 10 %, lo que reducirá las externalidades negativas asociadas al transporte por carretera.

- Almacenamiento: la automatización, robotización y digitalización de procesos están transformando por completo los almacenes. Además de una mayor eficiencia operativa y ahorro de costes, el avance en sistemas y tecnología intralogística se traduce en una reducción de la huella de carbono y de la factura energética en las instalaciones.

El otro gran impacto de la logística: el social

- Generación de empleo: la logística es clave para el empleo en España. De hecho, acapara ya el 5,3 % de los puestos de trabajo. En el último año, ha generado 1,2 millones de nuevos contratos, lo que supone un incremento anual del 4,3 % y sitúa el sector como líder en la creación de puestos de trabajo. De esta forma, la logística se percibe cada vez más como una oportunidad laboral por parte de los ciudadanos.

- Desarrollo económico: el establecimiento de compañías logísticas en un territorio puede estimular el crecimiento del comercio en la región, fomentar la inversión y atraer otras empresas relacionadas, lo que a su vez genera más empleo y oportunidades económicas, además de atraer inversión y transferencia de conocimiento y tecnología.

- Conectividad y acceso: estas empresas requieren una infraestructura sólida para operar eficientemente, y su presencia en algunas zonas rurales pueden contribuir a garantizar que estos territorios mejoren su conectividad y tengan acceso a bienes y servicios esenciales (alimentos, suministros médicos, etc.).

Mil y un motivos para comunicar mejor la logística

Como vemos, conocer un ámbito de repercusiones locales y globales como es el sector logístico puede ser apasionante. Sin embargo, todavía queda mucho trabajo por hacer para visibilizar el sector ante el conjunto de la sociedad. De hecho, según el Employer Brand Research 2022 de Randstad, no es un sector que resulte atractivo a la hora de elegir ese lugar idóneo en el que trabajar.

Por otro lado, tampoco existe una gran conciencia sobre los enormes esfuerzos que están haciendo estas empresas para mejorar el mundo en el que vivimos (hace pocos años, el dato del porcentaje de emisiones del sector que recogía al inicio era mayor), ni el desarrollo que se está produciendo en materia de innovación y tecnología. En definitiva, faltan todavía muchas voces, tanto de profesionales con nombres y apellidos, como corporativas, que elaboren un relato que seduzca a la población.

Pero sabemos que esta realidad está cambiando, lentamente, pero sin vuelta atrás. Un ejemplo lo encontramos en una de nuestras entregas de #LogiTrends, en la que mostramos algunas marcas personales que se están alzando con fuerza a la hora de acercar la logística de una forma amena e interesante, no solo a los profesionales del sector, sino también al resto de los mortales.

Sigamos trabajando en esta dirección.

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